Ven a conocer los Muíños do Folón e do Picón

Ven a conocer los Muíños do Folón e do Picón

El otoño se presenta como la estación ideal para disfrutar de los paseos al aire libre sin los rigores del calor del verano ni del frío y la lluvia del invierno. Por eso queremos contaros que muy cerquita de nuestro camping, en el vecino Concello de O Rosal, podemos hacer una ruta fácil y muy atractiva que nos llevará a conocer un impresionante conjunto etnográfico declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). Este conjunto, formado por casi setenta molinos construídos  entre los siglos XVII y XVIII, forma la ruta de los Muíños do Picón e do Folón, que son los nombres de los dos pequeños riachuelos cuyas aguas les permitían generar la energía que necesitan para moler. Llama sobre todo la atención por su disposición en cascada, como se aprecia en la foto de Gaby que ilustra esta publicación, ¿verdad?

Espectacular mirador

La ruta es circular, tiene unos tres kilómetros y medio y está muy bien señalizada. Podemos comenzar subiendo en paralelo a los 36 molinos que forman el grupo de O Picón. El premio de alcanzar la parte más elevada -Chan da Cereixeira- serán unas espectaculares vistas sobre el Baixo Miño. Veremos la desembocadura del Miño, el valle de O Rosal, el monte de Santa Trega y Portugal. También nos encontraremos con la piedra que, con cuatro agujeros, servía para distribuir el agua entre los vecinos. Después, podemos seguir las marcas que las ruedas de los carros dejaron en el llamado Camiño do Carro para bajar a la derecha hacia los 31 Muíños do Picón. No obstante, si queremos ampliar la caminata, otra alternativa es continuar hacia la ermita de San Martiño, donde se celebra una popular romería cada 11 de noviembre.

Elementos singulares

La mayor parte de estos molinos hidráulicos están construidos por dos plantas; en la inferior se encuentra la maquinaria y en la superior se encuentra la piedra donde se molía. Si tenéis suerte y está abierto, podréis ver uno en funcionamiento, como por ejemplo el que sirve como punto de información al lado del aparcamiento.

Pero un simple paseo nos permitirá observar las marcas dejadas por los canteiros en las piedras, así como otros signos que sirven para identificar la fecha en que se levantaron y su propiedad. El número 11 de los molinos de O Folón tiene grabado el año 1702, aunque se cree que los molinos son más antiguos porque ya se mencionan en documentos del siglo anterior. Por otro lado, en algunas construcciones podemos ver pilas exteriores que servían de abrevaderos para los animales.

Disfrutar de la naturaleza

Y, además de las ‘rodeiras’ o los surcos dejados en las piedras por los carros, no os perdáis la cascada que discurre próxima a la parte superior de los molinos de O Folón. La ruta nos hará cruzar también pequeñas corrientes de agua y puentes de madera entre formaciones de granito.

×